Post by Boricuas Online on Jul 26, 2005 18:29:23 GMT -5
Parada en medio del escenario, "Amarilys" esperaba que los jueces le comunicaran su determinación, tras haber entregado cuerpo y alma a una pieza de ballet y danza moderna que podría abrirle las puertas a Broadway.
Si había sudor en sus manos y una grieta de dolor en sus cejas fruncidas, era porque temía que el juez que la miraba fijo a los ojos le dijera que algo en su ejecutoria no coincidía con "lo que debía ser" durante la audición.
Sin embargo, estaba dispuesta a escucharlo, estudiar sus críticas y mejorar lo que fuera necesario para lograr el éxito.
La misma actitud que tuvo su personaje en ese momento fue la que la condujo a que se solucionara un conflicto que tuvieron Roselyn Sánchez y el director de su película "Yellow", Alfredo de Villa.
Así lo explicaron ambos durante la grabación del clímax del filme, ayer, lunes, en el teatro "Alejandro Tapia y Rivera", en el Viejo San Juan.
"Yo la visualizaba de una forma y él de otra, pero al final él me convenció, en fin, que es un proceso de aprendizaje y los dos quedamos muy satisfechos", manifestó la bailarina en referencia a la escena final de la película, en la que "Amarilys" se reencuentra con su madre alcohólica, "Carmen" (Sully Díaz).
De acuerdo con De Villa ("Washington Heights"), era necesario eliminar "toda la mierda de palabras" que incluía el libreto original, elaborado por Roselyn, en ánimo de evitar que la historia se convierta en "otra fábula rosa más".
"Ahí, ellas no lloran, no se dicen que se aman, porque eso se sobreentiende. Los personajes tienen que ser misteriosos, especiales y conflictivos, todo a la vez, porque así es la gente en la realidad", detalló De Villa en un aparte con PRIMERA HORA.
Es que el mensaje social del filme tiene preponderancia, y enmarcarlo en una historia trillada debilitaría su impacto en el público, sostuvo el director. De ahí su preocupación por afinar detalles sin cambiar la esencia que integra la producción de Roselyn.
Por eso, no conforme con romper los estereotipos relacionados con las bailarinas exóticas, los alcohólicos y los homosexuales, la actriz y cantante quiso añadir un mensaje de repudio al racismo.
Éste es uno de los temas favoritos del actor Bill Duke ("Predator"), quien encarna a "Miles", el hombre que llega a convertirse en figura paterna para "Amarilys" y la conduce a su reencuentro con el baile.
"Mi personaje es un tipo bueno que a veces hace cosas malas. Pero también trata sobre lo difícil que es a veces ser un hombre negro en (Norte) América y a la vez ser un tipo brillante", expresó en inglés el actor afroamericano.
Para Duke, el personaje que interpreta junto con Roselyn ha sido uno de los más retantes, pues se trata de una persona rica en emociones y contradicciones, que puede llegar a ser ultrajante y conmovedor. El actor subrayó que trabajar en Puerto Rico ha sido "maravilloso", así como con la actriz protagonista.
"Ella es una mujer que tiene todo para llegar lejos. Hoy día hay que ser mujer de negocios y a la vez actriz, y ella hace las dos cosas muy bien", opinó el también productor mientras en la tarima del teatro Roselyn ensayaba junto a 11 parejas de bailarines puertorriqueños.
La novia del salsero Víctor Manuelle pudo realizar la pieza sin ningún problema tras recibir terapias de quinesiología para aliviar el dolor que le produce un desgarre que sufrió hace semanas en su hombro izquierdo.
La quinesiología es un método que reequilibra y refuerza la energía vital y capacidad de autosanación, mediante esfuerzos mentales de relajación. "Me sorprendió que me haya funcionado", confesó Roselyn en su camerino, al tiempo que recogía su cabello.
De hecho, es posible que necesite más sesiones de quinesiología ahora que aceptó un contrato con la cadena CBS para interpretar a una detective en la serie televisiva "Without a Trace". La polifacética boricua se integrará a este proyecto el 9 de agosto en Los Ángeles, donde grabará seis episodios. "Lo acepté, número uno, porque la paga es buena", dijo en tono jocoso.
El rodaje de "Yellow" en Puerto Rico finalizará el 3 de agosto, fecha en que el equipo se trasladará a Nueva York para continuar con la jornada de trabajo allá.
Si había sudor en sus manos y una grieta de dolor en sus cejas fruncidas, era porque temía que el juez que la miraba fijo a los ojos le dijera que algo en su ejecutoria no coincidía con "lo que debía ser" durante la audición.
Sin embargo, estaba dispuesta a escucharlo, estudiar sus críticas y mejorar lo que fuera necesario para lograr el éxito.
La misma actitud que tuvo su personaje en ese momento fue la que la condujo a que se solucionara un conflicto que tuvieron Roselyn Sánchez y el director de su película "Yellow", Alfredo de Villa.
Así lo explicaron ambos durante la grabación del clímax del filme, ayer, lunes, en el teatro "Alejandro Tapia y Rivera", en el Viejo San Juan.
"Yo la visualizaba de una forma y él de otra, pero al final él me convenció, en fin, que es un proceso de aprendizaje y los dos quedamos muy satisfechos", manifestó la bailarina en referencia a la escena final de la película, en la que "Amarilys" se reencuentra con su madre alcohólica, "Carmen" (Sully Díaz).
De acuerdo con De Villa ("Washington Heights"), era necesario eliminar "toda la mierda de palabras" que incluía el libreto original, elaborado por Roselyn, en ánimo de evitar que la historia se convierta en "otra fábula rosa más".
"Ahí, ellas no lloran, no se dicen que se aman, porque eso se sobreentiende. Los personajes tienen que ser misteriosos, especiales y conflictivos, todo a la vez, porque así es la gente en la realidad", detalló De Villa en un aparte con PRIMERA HORA.
Es que el mensaje social del filme tiene preponderancia, y enmarcarlo en una historia trillada debilitaría su impacto en el público, sostuvo el director. De ahí su preocupación por afinar detalles sin cambiar la esencia que integra la producción de Roselyn.
Por eso, no conforme con romper los estereotipos relacionados con las bailarinas exóticas, los alcohólicos y los homosexuales, la actriz y cantante quiso añadir un mensaje de repudio al racismo.
Éste es uno de los temas favoritos del actor Bill Duke ("Predator"), quien encarna a "Miles", el hombre que llega a convertirse en figura paterna para "Amarilys" y la conduce a su reencuentro con el baile.
"Mi personaje es un tipo bueno que a veces hace cosas malas. Pero también trata sobre lo difícil que es a veces ser un hombre negro en (Norte) América y a la vez ser un tipo brillante", expresó en inglés el actor afroamericano.
Para Duke, el personaje que interpreta junto con Roselyn ha sido uno de los más retantes, pues se trata de una persona rica en emociones y contradicciones, que puede llegar a ser ultrajante y conmovedor. El actor subrayó que trabajar en Puerto Rico ha sido "maravilloso", así como con la actriz protagonista.
"Ella es una mujer que tiene todo para llegar lejos. Hoy día hay que ser mujer de negocios y a la vez actriz, y ella hace las dos cosas muy bien", opinó el también productor mientras en la tarima del teatro Roselyn ensayaba junto a 11 parejas de bailarines puertorriqueños.
La novia del salsero Víctor Manuelle pudo realizar la pieza sin ningún problema tras recibir terapias de quinesiología para aliviar el dolor que le produce un desgarre que sufrió hace semanas en su hombro izquierdo.
La quinesiología es un método que reequilibra y refuerza la energía vital y capacidad de autosanación, mediante esfuerzos mentales de relajación. "Me sorprendió que me haya funcionado", confesó Roselyn en su camerino, al tiempo que recogía su cabello.
De hecho, es posible que necesite más sesiones de quinesiología ahora que aceptó un contrato con la cadena CBS para interpretar a una detective en la serie televisiva "Without a Trace". La polifacética boricua se integrará a este proyecto el 9 de agosto en Los Ángeles, donde grabará seis episodios. "Lo acepté, número uno, porque la paga es buena", dijo en tono jocoso.
El rodaje de "Yellow" en Puerto Rico finalizará el 3 de agosto, fecha en que el equipo se trasladará a Nueva York para continuar con la jornada de trabajo allá.