Post by Boricuas Online on Aug 28, 2005 0:19:27 GMT -5
SAN CRISTÓBAL, REPÚBLICA DOMINICANA.- La telecomunicadora puertorriqueña Laura Hernández fue puesta en libertad ayer tras cumplir casi tres años de prisión por complicidad en un alijo de 70.4 kilos de cocaína junto a otros siete boricuas, entre ellos su esposo Marcos Irizarry.
El magistrado Francisco Mejía Agomás, juez de la Ejecución de la Pena en la Corte de San Cristóbal, acogió el pedido del ministerio público de darle la libertad inmediata a Hernández.
Freddy Castillo y Rafael Antonio Guerrero, abogados de la convicta, habían solicitado la libertad condicional de su cliente, por considerar que necesitaba someterse a delicados estudios de salud. Guerrero sirvió de garante para que se cristalizara la libertad condicional de su defendida.
Laura, quien fue condenada a tres años de cárcel y al pago de una multa de unos $1,200, depositó el dinero para quedar libre. Su salida de la cárcel de Najayo ocurrió en horas de la tarde, tras el papeleo burocrático.
Laura estaba supuesta a quedar en libertad el 8 de septiembre, pero por su buen comportamiento y su colaboración -impartiendo clases y realizando actividades positivas en la prisión- con las demás reclusas, se adelantó la fecha. Había sido trasladada a la cárcel de Najayo desde la prisión de La Romana hace dos meses, tras reducirse a tres años su condena inicial de siete. La rebaja la decretó el 4 de julio la Corte de Apelación de San Pedro de Macorís.
El ministerio público había pedido al tribunal de alzada una condena de diez años para Laura, y 20 para Irizarry, Jorge Ortiz Batista y Antonio Rodríguez Morales. Igualmente pidió diez años para Karla Michelle Morales y Heidi Madee Romero, al considerar que los convictos fueron descubiertos traficando con 70.4 kilos de cocaína. Otros dos miembros del grupo original, Arod Levy III y Edwin Adams Cotto, murieron en marzo pasado en un incendio en la cárcel de La Romana.
La presidenta de la Corte de Apelación, Marcelina Hernández Japa, sin embargo, rebajó la condena a Laura, Karla y Heidi a tres años, mientras que a Irizarry, Ortiz Batista y Rodríguez Morales se las redujo de 15 a diez.
"Me siento feliz y sin rencor", declaró Hernández al ser informada sobre su libertad.
Declaró que siempre mantuvo fe en Dios de que saldría libre "y aunque me condenaron a tres años, siendo yo inocente, pues no le guardo rencor a nadie, ni a jueces, ni a quienes me apresaron... a nadie".
Dijo, sin embargo, que "si alguien cree que cometí una falta, entonces le pido perdón. Le pido perdón a la sociedad dominicana, pero repito que tengo mi alma limpia, mi conducta limpia y mi corazón sano, sin rencor para nadie".
Reconoció, asimismo, que tiene que recomponer su vida, reinsertarse en la sociedad y comenzar un nuevo camino.
Manifestó que su experiencia en la cárcel ha sido muy valiosa "porque aprendí muchas cosas. Una aprende mucho cuando está en un momento como el que pasé durante casi tres largos años en prisión".
Regresa en dos semanas
Hernández dijo que permanecerá dos semanas en República Dominicana porque debe someterse a chequeos médicos.
Expuso que durante estos tres años su salud sufrió "un gran deterioro". Perdió más de 30 libras. Su peso actual es de unas 92 libras.
Pero, Hernández informó a este diario que viajará con frecuencia a este país para visitar a su esposo.
Declaró que cuando viaje a Puerto Rico el 9 de septiembre buscará reorganizar su vida, "pero vendré con frecuencia a República Dominicana porque debo visitar a Marcos en la cárcel de Najayo y darle aliento".
El juez Mejía Agomás indicó que Hernández tendrá libertad de tránsito e incluso podrá visitar la cárcel de mujeres de Najayo para prestar cualquier atención a sus ex compañeras confinadas.