Post by barbara on Sept 2, 2005 9:52:12 GMT -5
DE QUE se trata: "Frank Martin" (Statham), el "transportador" del filme del mismo título, se ha mudado a Miami, donde trabaja como chofer para la familia del zar antidrogas. Cuando el niño de la familia es secuestrado, "Martin" debe recurrir a sus talentos de pelea ruda y volante caliente.
Opinión: Hacía ya algún tiempo que no veía una película de acción como "The Transporter 2". El filme pertenece al tipo de cinta en que la credibilidad parece ser un tumor maligno extirpado. Esta aventura de acción debe caer –junto a "Under Siege 2", "Double Team" y otras– dentro de la categoría de filmes que hacen parecer la serie de "James Bond" como un documental.
Esto no es necesariamente negativo, si usted va preparado con mentalidad de comedia. Lo importante es que si una película va a ser, como solemos llamar los boricuas, muy "mochera", que por lo menos sea original y divertida. No tenga duda, que en ese sentido, "The Transporter 2" cumple a cabalidad.
Ésa debe ser la actitud, porque si decide buscarle lógica al argumento, el filme es un fiasco. Los personajes en este tipo de cinta toman sus decisiones en base al funcionamiento de una escena, en lugar de consistencia con el argumento. Por ejemplo, los criminales matan fríamente a una inocente enfermera, pero se encuentran con este duro héroe, y no lo liquidan cuando pueden. El complot de los villanos carece de sentido.
Así que, si quiere disfrutar la cinta, mejor déjese llevar por la acción. En una de las persecuciones el héroe, seguido por varias patrullas, se mete en un estacionamiento multipisos. Usted se pregunta por qué en todas estas películas, la gente piensa que eso es una buena ruta de escape. Ya usted imagina cómo terminará la escena. El brinco de la guagua en "Speed" es menos arriesgado que lo que ocurre aquí.
Pero no estoy reaccionando a un solo embuste, además:
Hay un tipo que recibe una paliza a cocotazos (literalmente).
El héroe se deshace de una bomba en su carro de una manera tan espectacular que casi puedo escuchar los gritos de incredulidad en el cine mientras lo recuerdo.
"Martin" se lanza desde un edificio, cae de espaldas sobre un taxi, le aplasta la capota, y se para como si nada, como si estuviese poseído por un espíritu de los "Looney Tunes".
No voy a hablarles de la persecución a una guagua usando un "jet ski".
Podría seguir pero, ¿para qué? Quienes disfrutaron de la acción excesiva de "The Transporter" querrán ver la secuela, la cual en el renglón de entretenimiento no les defraudará.
Mi advertencia es que, al igual que debe hacerse con los filmes de Jackie Chan (inspiración clara, sobre todo en una pelea con una manguera contra incendios), ignore completamente el argumento y se limite a disfrutar de la acción.
Opinión: Hacía ya algún tiempo que no veía una película de acción como "The Transporter 2". El filme pertenece al tipo de cinta en que la credibilidad parece ser un tumor maligno extirpado. Esta aventura de acción debe caer –junto a "Under Siege 2", "Double Team" y otras– dentro de la categoría de filmes que hacen parecer la serie de "James Bond" como un documental.
Esto no es necesariamente negativo, si usted va preparado con mentalidad de comedia. Lo importante es que si una película va a ser, como solemos llamar los boricuas, muy "mochera", que por lo menos sea original y divertida. No tenga duda, que en ese sentido, "The Transporter 2" cumple a cabalidad.
Ésa debe ser la actitud, porque si decide buscarle lógica al argumento, el filme es un fiasco. Los personajes en este tipo de cinta toman sus decisiones en base al funcionamiento de una escena, en lugar de consistencia con el argumento. Por ejemplo, los criminales matan fríamente a una inocente enfermera, pero se encuentran con este duro héroe, y no lo liquidan cuando pueden. El complot de los villanos carece de sentido.
Así que, si quiere disfrutar la cinta, mejor déjese llevar por la acción. En una de las persecuciones el héroe, seguido por varias patrullas, se mete en un estacionamiento multipisos. Usted se pregunta por qué en todas estas películas, la gente piensa que eso es una buena ruta de escape. Ya usted imagina cómo terminará la escena. El brinco de la guagua en "Speed" es menos arriesgado que lo que ocurre aquí.
Pero no estoy reaccionando a un solo embuste, además:
Hay un tipo que recibe una paliza a cocotazos (literalmente).
El héroe se deshace de una bomba en su carro de una manera tan espectacular que casi puedo escuchar los gritos de incredulidad en el cine mientras lo recuerdo.
"Martin" se lanza desde un edificio, cae de espaldas sobre un taxi, le aplasta la capota, y se para como si nada, como si estuviese poseído por un espíritu de los "Looney Tunes".
No voy a hablarles de la persecución a una guagua usando un "jet ski".
Podría seguir pero, ¿para qué? Quienes disfrutaron de la acción excesiva de "The Transporter" querrán ver la secuela, la cual en el renglón de entretenimiento no les defraudará.
Mi advertencia es que, al igual que debe hacerse con los filmes de Jackie Chan (inspiración clara, sobre todo en una pelea con una manguera contra incendios), ignore completamente el argumento y se limite a disfrutar de la acción.