Post by Boricuas Online on Sept 8, 2005 15:34:53 GMT -5
En ocasiones los avances pueden crear falsas expectativas. Viendo los anuncios para "The Exorcism of Emily Rose" puede creerse que se trata de una tradicional cinta de posesión satánica, un género fácil de vender. Pero lo que tenemos entre manos es algo mucho más complejo. La cinta, basándose en un hecho real, presenta un debate entre ciencia y religión para explicar algunos de los fenómenos de nuestra realidad.
En este caso particular, se trata de la muerte de "Emily Rose", una joven de 20 años de edad que sufría convulsiones y parálisis. Esto es triste pero no extraño. Lo que añadía escalofríos a su caso es que hablaba como si estuviese poseída por diversos demonios, y aseguraba que, cuando miraba a otros, podía ver en sus rostros expresiones diabólicas.
Así que sus padres y un sacerdote sometieron a "Emily Rose" al ritual del exorcismo, hasta que la joven murió por falta de alimentación. Si los padres no hubiesen recurrido a supersticiones, la joven hubiese recibido el tratamiento adecuado en un hospital que la hubiese mantenido viva. Pero, ¿estaba realmente poseída? Esto se discute en un extenso juicio que sirve como centro en la película. Así que, "The Exorcism of Emily Rose" puede describirse como un drama judicial de horror.
El filme tiene el interesante lema de "Basado en un hecho real", lo que lleva a parte del público a creer que se trata de un filme histórico, sin comprender lo amplio del significado de "basado" en Hollywood. Pero en este caso tenemos un filme que al menos tiene cierta cercanía al evento en el cual se basa, contrario a "The Texas Chainsaw Massacre" y "The Amityville Horror", que llevan el mencionado lema cuando en realidad nacen de la imaginación.
La verdadera historia de Emily Rose
Su nombre era Annelisse Michel, y era una joven alemana criada fuertemente en la tradición católica. Cuando cumplió 18 años de edad, comenzó a ver imágenes diabólicas mientras rezaba. Dos años antes ya había empezado a sufrir de convulsiones y parálisis. Cinco años después, la joven aseguraba estar poseída.
Vale mencionar que esto ocurrió en 1975, y que el año anterior la película "El Exorcista" había arrasado por Europa, aumentando el número de personas que visitaban al psiquiatra asegurando que sufrían los síntomas presentados por Linda Blair. El asunto es que Annelisse comenzó a comportarse un poco como se esperaba de una poseída, llegando a simular conversaciones entre demonios dentro de ella.
Un sacerdote determinó que Annelisse estaba poseída por varios demonios, incluyendo a Lucifer, Judas Iscariote, Nerón, Caín, y hasta Adolfo Hitler (recuerde que estamos en Alemania). En otras palabras, tenía tremenda fiesta infernal adentro. El arzobispo aprobó ir adelante con el exorcismo, aunque no se cumplían todas las condiciones para aceptar posesión según la iglesia católica (la capacidad de hablar lenguas desconocidas, conocer hechos lejanos, mostrar poderes sobrenaturales, y otras diabluras).
Al final Annelisse murió de pulmonía y pobre alimentación. El sacerdote y los padres fueron condenados a seis meses en prisión. La iglesia católica, por cierto, después aseguró que la joven nunca estuvo poseída.
Un caso interesante, pero nada sorpresivo. Tan reciente como el año pasado, un pastor en Wisconsin fue acusado de matar a un niño de ocho años, pues como parte del exorcismo, se le sentaba durante dos horas en el pecho, susurrándole al oído para que el demonio le abandonase. El niño sufría de autismo.
Esto, en cambio, viene desde los tiempos bíblicos. En Mateo 9, Jesucristo expulsa de un joven a un espíritu malo que "en cualquier momento se apodera de él y lo tira al suelo y el niño echa espuma por la boca, rechina los dientes y se queda rígido". Los síntomas suenan familiares. No es casualidad entonces que este capítulo sea titulado en la Biblia Latinoamericana "Jesús sana a un joven epiléptico".
El entendimiento científico de males como la esquizofrenia, el síndrome de Tourette y otros desórdenes del cerebro ha llevado a la humanidad a comprender mejor muchos eventos que, ante el desconocimiento, eran explicados con eventos sobrenaturales. Los avances de la ciencia, en cambio, poco significan ante una formación intelectual empañada de creencias míticas. Esto es uno de los temas para debate en "The Exorcism of Emily Rose".
En este caso particular, se trata de la muerte de "Emily Rose", una joven de 20 años de edad que sufría convulsiones y parálisis. Esto es triste pero no extraño. Lo que añadía escalofríos a su caso es que hablaba como si estuviese poseída por diversos demonios, y aseguraba que, cuando miraba a otros, podía ver en sus rostros expresiones diabólicas.
Así que sus padres y un sacerdote sometieron a "Emily Rose" al ritual del exorcismo, hasta que la joven murió por falta de alimentación. Si los padres no hubiesen recurrido a supersticiones, la joven hubiese recibido el tratamiento adecuado en un hospital que la hubiese mantenido viva. Pero, ¿estaba realmente poseída? Esto se discute en un extenso juicio que sirve como centro en la película. Así que, "The Exorcism of Emily Rose" puede describirse como un drama judicial de horror.
El filme tiene el interesante lema de "Basado en un hecho real", lo que lleva a parte del público a creer que se trata de un filme histórico, sin comprender lo amplio del significado de "basado" en Hollywood. Pero en este caso tenemos un filme que al menos tiene cierta cercanía al evento en el cual se basa, contrario a "The Texas Chainsaw Massacre" y "The Amityville Horror", que llevan el mencionado lema cuando en realidad nacen de la imaginación.
La verdadera historia de Emily Rose
Su nombre era Annelisse Michel, y era una joven alemana criada fuertemente en la tradición católica. Cuando cumplió 18 años de edad, comenzó a ver imágenes diabólicas mientras rezaba. Dos años antes ya había empezado a sufrir de convulsiones y parálisis. Cinco años después, la joven aseguraba estar poseída.
Vale mencionar que esto ocurrió en 1975, y que el año anterior la película "El Exorcista" había arrasado por Europa, aumentando el número de personas que visitaban al psiquiatra asegurando que sufrían los síntomas presentados por Linda Blair. El asunto es que Annelisse comenzó a comportarse un poco como se esperaba de una poseída, llegando a simular conversaciones entre demonios dentro de ella.
Un sacerdote determinó que Annelisse estaba poseída por varios demonios, incluyendo a Lucifer, Judas Iscariote, Nerón, Caín, y hasta Adolfo Hitler (recuerde que estamos en Alemania). En otras palabras, tenía tremenda fiesta infernal adentro. El arzobispo aprobó ir adelante con el exorcismo, aunque no se cumplían todas las condiciones para aceptar posesión según la iglesia católica (la capacidad de hablar lenguas desconocidas, conocer hechos lejanos, mostrar poderes sobrenaturales, y otras diabluras).
Al final Annelisse murió de pulmonía y pobre alimentación. El sacerdote y los padres fueron condenados a seis meses en prisión. La iglesia católica, por cierto, después aseguró que la joven nunca estuvo poseída.
Un caso interesante, pero nada sorpresivo. Tan reciente como el año pasado, un pastor en Wisconsin fue acusado de matar a un niño de ocho años, pues como parte del exorcismo, se le sentaba durante dos horas en el pecho, susurrándole al oído para que el demonio le abandonase. El niño sufría de autismo.
Esto, en cambio, viene desde los tiempos bíblicos. En Mateo 9, Jesucristo expulsa de un joven a un espíritu malo que "en cualquier momento se apodera de él y lo tira al suelo y el niño echa espuma por la boca, rechina los dientes y se queda rígido". Los síntomas suenan familiares. No es casualidad entonces que este capítulo sea titulado en la Biblia Latinoamericana "Jesús sana a un joven epiléptico".
El entendimiento científico de males como la esquizofrenia, el síndrome de Tourette y otros desórdenes del cerebro ha llevado a la humanidad a comprender mejor muchos eventos que, ante el desconocimiento, eran explicados con eventos sobrenaturales. Los avances de la ciencia, en cambio, poco significan ante una formación intelectual empañada de creencias míticas. Esto es uno de los temas para debate en "The Exorcism of Emily Rose".