Post by OjOsLiDoS on Jun 20, 2005 20:48:21 GMT -5
En las películas siempre salen escenas súper apasionadas donde se ve que los hombres se vuelven locos cuando las mujeres los arañan con sus uñas en la espalda y les muerden los hombros. Yo nunca me he atrevido a tirarme una maroma de ésas por miedo a que en realidad le vaya a doler, pero me pongo a pensarlo y como lo he visto en tantas películas, me da curiosidad saber si realmente es algo que los hombres disfrutan, y por eso acudo a ti. ¿De verdad a los hombres les gustan esas cosas?
R: Realmente éste es uno de esos temas donde no es prudente hacer generalizaciones. Si arañazos y mordiscos van a gustar o no, depende de la persona en cuestión y sus gustos y preferencias personales.
Ciertamente, la expresión sexual un tanto más agresiva es representativa de pasión desenfrenada, cosa que muchas películas de índole erótica van a buscar recrear; por lo tanto, no debe sorprendernos ver tantas escenas que incluyan este tipo de estimulación. Sin embargo, eso no quiere decir que todos vamos a disfrutar de ella. Algunas personas simplemente prefieren sostener relaciones más "suaves", donde las caricias no llevan un tono tan tradicionalmente agresivo. Otras, sin embargo, las disfrutan dentro de su contexto de intimidad, donde en la alta excitación, una caricia más fuerte puede hacerles sentir el placer de manera más intensa. Inclusive, para muchas personas, el "dolor" se convierte en "placer" dentro del contexto de la excitación sexual, motivo por el que tantas parejas utilizan golpecitos, haloncitos, mordiscos y arañazos en sus relaciones íntimas.
Si tienes una pareja y te provoca curiosidad experimentar con estas caricias, hazlo poco a poco. En primer lugar sería buena idea que lo comentes con tu pareja a ver qué le parece, si ha tenido experiencias previas que incluyan caricias más agresivas y si le interesa intentarlo contigo. Una vez tengas un OK inicial, entonces ve acrecentando poco a poco la fuerza de tus caricias a medida que él se encuentre más excitado, y déjate llevar por sus respuestas (verbales o no verbales) para saber si a él le funcionan o no.
P: Hola Alessandra, primero que nada mis felicitaciones por un espacio tan interesante. Mi pregunta es la siguiente: ¿Es posible tener o sufrir como una sobredosis de sexo? Gracias por tu respuesta.
R: Cualquier cosa hecha en exceso puede causar saturación, y el sexo, por más bueno que sea, no es la excepción. Te hago un cuento: como parte de mis estudios en Sexología, tuve que mirar y revisar alrededor de 200 horas de material pornográfico en vídeo. De más está decirte que al finalizar el trabajo, las escenas eróticas que alguna vez pudieron causarme gran placer ya no me hacían ni fu ni fa. Para mí fue una absoluta saturación de estímulo visual erótico y estuve como 2 años sin poder mirar una película porno por placer. Por fortuna, no me duró toda la vida.
En temas de sexualidad, generalmente funciona así. Tras una fuerte saturación o sobredosis de práctica, estímulo o exposición, algunas personas le pierden interés. Para algunas personas, por ejemplo, tener relaciones sexuales muy frecuentemente podría resultar en una saturación del sexo en pareja (y ni hablar de la monotonía de caer en la rutina), y tras períodos muy activos, tienen otros de mucho menos actividad. En esos casos, es prudente dar un tiempo y espacio para luego exponerse nuevamente desde otra perspectiva a manejar la sexualidad. Pero para evitar que suceda de entrada, lo mejor es sencillamente mantener un buen balance dentro de lo que es normal para cada uno de nosotros.
R: Realmente éste es uno de esos temas donde no es prudente hacer generalizaciones. Si arañazos y mordiscos van a gustar o no, depende de la persona en cuestión y sus gustos y preferencias personales.
Ciertamente, la expresión sexual un tanto más agresiva es representativa de pasión desenfrenada, cosa que muchas películas de índole erótica van a buscar recrear; por lo tanto, no debe sorprendernos ver tantas escenas que incluyan este tipo de estimulación. Sin embargo, eso no quiere decir que todos vamos a disfrutar de ella. Algunas personas simplemente prefieren sostener relaciones más "suaves", donde las caricias no llevan un tono tan tradicionalmente agresivo. Otras, sin embargo, las disfrutan dentro de su contexto de intimidad, donde en la alta excitación, una caricia más fuerte puede hacerles sentir el placer de manera más intensa. Inclusive, para muchas personas, el "dolor" se convierte en "placer" dentro del contexto de la excitación sexual, motivo por el que tantas parejas utilizan golpecitos, haloncitos, mordiscos y arañazos en sus relaciones íntimas.
Si tienes una pareja y te provoca curiosidad experimentar con estas caricias, hazlo poco a poco. En primer lugar sería buena idea que lo comentes con tu pareja a ver qué le parece, si ha tenido experiencias previas que incluyan caricias más agresivas y si le interesa intentarlo contigo. Una vez tengas un OK inicial, entonces ve acrecentando poco a poco la fuerza de tus caricias a medida que él se encuentre más excitado, y déjate llevar por sus respuestas (verbales o no verbales) para saber si a él le funcionan o no.
P: Hola Alessandra, primero que nada mis felicitaciones por un espacio tan interesante. Mi pregunta es la siguiente: ¿Es posible tener o sufrir como una sobredosis de sexo? Gracias por tu respuesta.
R: Cualquier cosa hecha en exceso puede causar saturación, y el sexo, por más bueno que sea, no es la excepción. Te hago un cuento: como parte de mis estudios en Sexología, tuve que mirar y revisar alrededor de 200 horas de material pornográfico en vídeo. De más está decirte que al finalizar el trabajo, las escenas eróticas que alguna vez pudieron causarme gran placer ya no me hacían ni fu ni fa. Para mí fue una absoluta saturación de estímulo visual erótico y estuve como 2 años sin poder mirar una película porno por placer. Por fortuna, no me duró toda la vida.
En temas de sexualidad, generalmente funciona así. Tras una fuerte saturación o sobredosis de práctica, estímulo o exposición, algunas personas le pierden interés. Para algunas personas, por ejemplo, tener relaciones sexuales muy frecuentemente podría resultar en una saturación del sexo en pareja (y ni hablar de la monotonía de caer en la rutina), y tras períodos muy activos, tienen otros de mucho menos actividad. En esos casos, es prudente dar un tiempo y espacio para luego exponerse nuevamente desde otra perspectiva a manejar la sexualidad. Pero para evitar que suceda de entrada, lo mejor es sencillamente mantener un buen balance dentro de lo que es normal para cada uno de nosotros.